Estadisticas extrañas.
Las estadísticas sirven o deberían de servir para reflejar la realidad y poder tomar decisiones tanto a nivel particular, empresarial, social, administrativo, etc.
Pero la voluntad de modificar la realidad y adaptarla a nuestros deseos o aspiraciones parece una constante en la humanidad.
Parece que estamos en crisis, pero a veces no se distinguir que parte de esto hay de realidad, que parte de sensación y que parte de conveniencia.
Las estadísticas deberían mostrarnos esta realidad.
Parece que en los últimos 2 o tres años hay mas desempleados, las empresas producen menos porque venden menos y estos tres fenómenos están muy relacionados.
Pero donde también se manifiesta esta situación de que algo no va bien, o no tan bien como antes, es en el tema de la vivienda que no se si es el desencadenante de esta crisis o el resultado de otros estropicios.
Y las estadísticas dicen lo siguiente:
En 2009 se concedieron 387.075 certificaciones de fin de obra. Datos del Ministerio de Fomento
En 2009 se vendieron 220.633 viviendas nuevas. Datos del INE
En 2009 se vendieron 194.178 viviendas usadas.
lo que hace un total de 414.811 viviendas vendidas.
¿Cuantas viviendas hay sin vender todavía? Pues aquí ya entramos en el campo de la adivinación interesada y podemos citar a modo de ejemplo desde las 700.000 del Ministerio de la Vivienda hasta los 1,1 millones del centro de estudios del BBVA.
Según las estadísticas se construyen todavía mas de las que se venden como nuevas, con lo que la cantidad de las viviendas sin vender aumenta.
O también se puede considerar que entraron al mercado 387.075 nuevas viviendas y salieron 414.811 lo que nos da una disminución en este aspecto de 27.736 viviendas.
Si el stock de viviendas sin vender va a ser absorbido a ritmos de 28.000 viviendas anuales tenemos problema para rato.
Otro dato importante en 2009: el número de visados de dirección de obra nueva ascendió a 110.849 viviendas, es decir, se acaban 387.075 pero solo se empiezan 110.849 viviendas.
Si en los próximos años sigue el ritmo del actual, es decir se acaban las 110.000 que se empiezan, y se venden 220.000, las nuevas sin usar deberían ir disminuyendo. Si además se venden unas 195.000 usadas el ajuste sería en unos pocos años.
Pero el panorama puede ser preocupante en la otra dirección:
Las tareas a desarrollar en la construcción van a pasar de 387.000 a 110.000 viviendas y eso es una nueva oleada de menos empleos, menos consumo, menos impuestos sobre todo en ayuntamientos y comunidades autónomas.
Pero hay otro dato que me ha llamado la atención: el número de hipotecas concedidas.
Si todo fuera normal debería haber un número de hipotecas igual o inferior al número de viviendas vendidas. Menor en función de la gente que se puede permitir comprar la vivienda con dinero en mano.
Según datos del INE sobre hipotecas en el año 2009 se concedieron 653.173 nuevas hipotecas sobre viviendas, 239.632 mas que viviendas vendidas.
O los datos de los organismos están mal, o 239.632 personas/familias han tenido que hipotecar una vivienda que ya tenían pagada para hacer frente a la crisis.
Y esto si que sería un síntoma grave de como está la situación.
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