Las marcas y la Navidad
Pasada esta época del año dedicada a la familia y las celebraciones me gustaría hacer algunas constancias de lo vivido.
Existe un conjunto de tópicos unidos ha esta parte del año, por una parte la coincidencia con el invierno y por tanto el frío, la nieve, la ropa, etc. Por otra parte la reunión familiar y sus asociados comidas especiales, pavos, dulces, postres, etc.
Esto ha sido ampliado culturalmente en un principio y después comercialmente con otra serie de elementos añadidos. El invierno se ha enriquecido con la aparición de Papa Noel y sus barbas blancas y sus ropas y luego sus trineos y luego sus regalos unidos a la idea de reunión familiar. También se ha retomado la idea del árbol como la naturaleza que tiene una presencia vital y a la que se le pide que vuelva a revivir.
Y el calor del hogar.
Por otra parte la tradición mediterránea a recuperado la idea del nacimiento donde se vuelven a incorporar las ideas de volver a nacer, de el calor de la naturaleza (la mula y el buey) y la idea del belén o casa familiar que es un punto de reunión.
Este que por una parte es una escusa estupenda para poner una fecha en el calendario donde acordarte de tus parientes y amigos ausentes u olvidados hace tiempo y poder desearles los mejor, a sido utilizado por muchas empresas para hacer su «diciembre» mucho mas jugosos que su «agosto».
Que las empresas de telefonía te recomienden envíes mensajes o llames a tus parientes está bien, mientras no te engañen. Que las tiendas de alimentación te recomienden que conviertas estas fechas en días especiales con productos no habituales como turrones, cava, cardo, pavo, uvas, etc. pues es una trampa en la que caes sin mucho esfuerzo e incluso con mucho gusto.
Por otra parte las empresas de adornos, regalos superfluos y chucherías varias tienen en estos días su máximo esplendor, donde el rojo, la purpurina, el oro y la plata se mezclan y compiten con el blanco en llenar tu casa, y un árbol toma posesión de tu salón y se llena de adornos y artilugios harta hacerlo intransitable.
Pero en este afán por extender el consumo como único fin de la navidad hay empresas que en mi opinión se están pasando.
Bien es cierto que si el turrón es una comida típica de estas fechas de los originales duro y blando o Alicante y Jijona se ha paso ha una amplia variedad de chocolate, frutas, crema, etc.
Pero el turrón «Hello Kitty» a que sabe ¿a gato?. Parece ser que es solo un envoltorio, una caja de cartón con dibujo de marca con algo dentro que podría ser cualquier cosa.
Lo mismo me ocurrió al ver las «princesitas» Disney convertidas en turrón. «Están para comérselas» me ha parecido un mensaje muy poco infantil, no se si la elección de público es la adecuada.
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