Primero y ante todo, deseamos expresar nuestro más profundo rechazo a cualquier tipo de violencia, ya sea en forma de bombardeos contra Iraq o en forma de ataques contra sedes del PP, pues sea donde sea y sea como sea, la violencia siempre será violencia y no engendra otra cosa que no sea más violencia.
Dicho esto y sin más preámbulos paso a leer el manifiesto.
Queridos conciudadanos, en estos últimos días nuestro horizonte se ha visto ensombrecido por las noticias de una guerra en Iraq; guerra que, además de violar totalmente los acuerdos internacionales tomados en el marco institucional de la ONU, resulta (al igual que todas las guerras) algo absolutamente inmoral e inaceptable.
Entre las razones que se esgrimen para intentar justificar tan inexcusable acto de barbarie, está la de que Sadam posee armas de destrucción masiva, no puedo negarlo, pero tampoco afirmarlo, y le recuerdo al señor Bush que en artículo 11, párrafo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se dice que todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario; y ahora preguntamos: ¿dónde están esas famosas armas?, los inspectores no encontraron nada; además ¿qué valor puede tener esa acusación cuando viene de un gobierno que demostrado está que posee uno de los mayores arsenales de armas nucleares en el mundo?
Hablan también de las violaciones de las resoluciones de la ONU por parte de Sadam, no negamos que sea un genocida, pero ¿qué hay entonces de la limpieza étnica llevada a cabo por Ariel Sharon en Palestina?, y, ¿acaso no constituye esta guerra misma una violación flagrante de la legalidad internacional?
Y al señor Aznar, que tan obstinadamente se empeña en desoir el clamor del pueblo al que se supone que representa, a él queremos preguntarle sobre el beneficio que espera sacar del sufrimiento de tantos inocentes. Quizás petróleo más barato, pero... (tal y como dijera cierta revista independiente) ¿de verdad es más barato un petróleo que se paga a tantos muertos el barril, un petróleo manchado de tanta sangre?
No hace mucho también, nuestro ministro del Interior dijo que no se podían quemar contenedores o cortar calles en nombre de la Paz; no le falta razón, tales actos no pueden cometerse en nombre de algo tan precioso, pero señor Acebes, tampoco en nombre de la Paz pueden bombardearse ciudades enteras masacrando a cientos de civiles.
Y ya para terminar, deseamos dirigirnos a todos los jefes de estado así como al secretario general de la ONU, el señor Kofi Annan; a ellos deseamos pedirles que si, como dicen, están en contra de esta barbarie irracional desatada por los intereses del capital, que por favor lo digan y que condenen sin tapujo alguno semejante acción.
NO EN NUESTRO NOMBRE,
NO CON NUESTRO SILENCIO,
NO A LA GUERRA
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